La verdad sobre el precio a pagar

Es una gran idea registrar la marca con la que hemos venido identificando nuestro negocio durante algún tiempo. Todavía mejor si antes de empezar a usar el nombre, lo registramos. Eso nos permitirá ocuparnos en desarrollar nuestras actividades productivas y dejar de lado esas preocupaciones legales. El emprendedor mexicano está cada día más atento a profesionalizar su operación y prefiere hacer bien las cosas desde el principio. Eso ha traído como feliz consecuencia el incremento hasta un 40% cada año en la cantidad de solicitudes en los últimos años, de acuerdo con datos publicados en el portal del IMPI. Además, ha venido cobrando mayor relevancia entre los criterios de búsqueda de Google la pregunta “¿Cuánto cuesta registrar una marca en el IMPI?”

La respuesta puede ser tan sencilla como asomarse a las tarifas publicadas por el instituto, aunque es pertinente mencionar que cada registro podría enfrentar circunstancias distintas, escenarios y riesgos particulares. Es así que el registro de una marca cuesta solamente $3,126.41 pesos, incluyendo el IVA, sin incluir los honorarios de un asesor profesional. 

Por qué conviene contratar un asesor profesional

Aunque no es estrictamente necesaria la intervención de un asesor, es muy conveniente contar con su apoyo y evitar los errores más frecuentes al registrar una marca. Los IMAGENiOS hemos podido comprobar en múltiples ocasiones que los emprendedores, después de haber intentado registrar su marca por cuenta propia, recurren a nosotros, frustrados, sin entender las objeciones que el IMPI les está dictando. Finalmente, gastan más dinero e invierten mucho más tiempo del necesario, e incluso algunos simplemente abandonan su trámite. 

 

Errores más frecuentes al registrar una marca

1. Descripción mezclada de clases.

Hay 45 clases para registrar una marca y es necesario saber cuál es la clase a la que corresponderá registrar la nuestra. Por mencionar un ejemplo, no es igual hornear pan (clase 30) que vender pan (clase 35). Es decir, el nombre de alguien que lo fabrica no va en la misma clase que el nombre de alguien que solo tiene un expendio de pan. Y si además ofreces café y tienes mesitas, la denominación irá registrada en otra clase diferente (clase 43). Es común que alguien intente el registro de una marca diciendo que “produce y vende” algo, por lo que recibirá una reconvención del IMPI. 

2. Incluir palabras no registrables. 

Es importante saber que hay términos llamados “genéricos” o “descriptivos” de lo que representan, y son expresiones comunes a todos los negocios del sector productivo. Ejemplos de ello podrían ser las palabras farmacia, ferretería, financiera, fonda o funeraria, que tendrían que ir acompañadas por elementos diferenciadores para poder constituir una marca. Recuerda las sílabas fa, fe, fi, fo y fu —sí, como el ogro del cuento—, y asegúrate de no usar términos genéricos en tu denominación. Al menos compleméntalos con números, letras o palabras diferenciadoras. 

3. Omitir la Carta de Reglas de Uso.

Cuando tienes uno o varios socios al registrar el nombre del negocio, debes adjuntar un formato en el que especificarás quiénes serán los copropietarios, sus datos y sus porcentajes de participación. Irá firmado en forma autógrafa por cada uno de ellos. En múltiples ocasiones los solicitantes ignoran esto y cuando el IMPI se los indica no se percatan de que su registro no fue admitido. Abandonan el trámite pensando que todo está en orden. 

4. Omitir el logotipo en formato gif. 

¿En formato qué? 

Para insertar el logotipo en la solicitud electrónica y registrar de una marca mixta, es decir, el nombre con su diseño, es necesario que el logo tenga formato gif, no jpg ni png. No es complicado convertir un png en gif, hay sitios en internet que te ayudarán, pero en muchas ocasiones el solicitante lo ignora y aunque puede lograrlo lo más común es que lo omita. 

5. Dejar de pagar la tarifa. 

Por curioso que parezca, cuando una persona que no conoce el proceso de registro usa el portal del IMPI para intentarlo, olvida pagar la tarifa. Sencillamente no tiene idea de cuál es el proceso de pago, ingresan la solicitud sin pagar o sin firmar y su registro queda invalidado. 

Conclusiones

En casos de error u omisión el IMPI lo comunica a los solicitantes mediante el propio portal. Lamentablemente, estos ignoran que han sido notificados y se olvidan del asunto pensando que tras ingresar la solicitud la protección legal fue concedida. 

Al IMPI le toma más o menos 6 meses emitir el título que representa la protección legal a una marca registrada. Es necesario saberlo además de evitar cometer errores. 

Finalmente, la respuesta a la pregunta “¿Cuánto cuesta registrar una marca en el IMPI?” no es solo la tarifa de registro del instituto: el precio a pagar por no contratar los servicios de un profesional puede ser sumamente elevado.